El Arte es creado por artistas, pero ¿qué piensa la sociedad de los artistas plásticos?. Quizá que se trata de individuos vagos, improductivos, raritos y anclados en la preadolescencia…. Sin embargo, nada más lejos que esta visión estereotipada contra la que muchos artistas genuinos han tenido que luchar a lo largo de su vida.
Superar este rechazo que les llega desde el entorno familiar y social requiere una colosal fe en sí mismos. Probablemente, algunos genios no han florecido por su incapacidad para lograrlo y han tenido que conformarse con un trabajo no vocacional, rutinario, asfixiante para ellos pero que les ha permitido sobrevivir económicamente en una sociedad que castiga la creatividad.
Pero casi siempre, la verdadera personalidad creativa acabará encontrando el cauce que le permita expresarse artísticamente. Porque el creativo es un individuo muy poco convencional, en ocasiones revolucionario. El creativo, generalmente, luchará y se opondrá a quienes intenten socavar su imperiosa necesidad de crear (autoridad paterna incluida) aunque ello implique llevar una vida de carencias y penurias económicas. No olvidemos que el individuo con talento creativo no suele ser una persona conformista y sus valores suelen ser diferentes a los del resto de la sociedad.
No es necesario ser un genio para vivir del arte: talento y fe en uno mismo son los ingredientes que nutren a los artistas que viven de su profesión en la actualidad. Si bien es cierto que muchos creativos han logrado conciliar dos profesiones: una, que les proporciona ingresos periódicos y, la otra, su labor artística que en ocasiones termina por eclosionar y convertirse en su única fuente de ingresos. Algunos pintores, escultores, grabadores, artesanos, etc., viven de sus obras mientras otros artistas han sabido introducir su talento en el sector del diseño.
Algunos artistas plásticos, castigados por la actual crisis y que ya no pueden vivir de su trabajo, han abierto galerías de arte o se han asociado con ellas para continuar ganándose la vida en el sector del arte; pero no olvidemos que el artista es, en general, de carácter tímido, algo asocial y una galería debe ser regentada por una personalidad diferente (más extravertida) que le facilite lograr los contactos adecuados capaces de comprar la obra al autor. Para vivir de los artistas y que estos vivan de sus obras es imprescindible que el galerista tenga la capacidad de vender los trabajos de los creativos. En la actualidad, asistimos con estupor a la proliferación de galerías y pseudogalerias que viven de los artistas mientras, en la mayoría de las ocasiones, estos viven de otra profesión.
Desde finales del pasado siglo diferentes industrias dependen de los creativos para sus diseños siendo en la actualidad omnipresentes en nuestra sociedad. Paradójicamente, en España tenemos un sistema educativo que castra la creatividad y un gran sector industrial con una fortísima demanda de creativos.
¿Qué es un artista sino un creador de imágenes?, ¿qué sino un hacedor de nuevos puntos de vista?, ¿una mente con ideas adelantadas a su tiempo?. ¿Acaso no es eso lo que demanda nuestra sociedad de vertiginoso y cambiante consumo de productos novedosos?
Con el apoyo de otra persona que goce de un carácter más extrovertido, el artista puede ser ayudado a introducirse en el sector empresarial y comercializar sus creaciones: joyas, ilustraciones, moda, videojuegos, todo tipo de complementos y accesorios, mobiliario y un largo etcétera que puede estar constituido por piezas únicas (esta exclusividad es uno de los pilares del arte) o pequeñas series numeradas. De esta manera logra una salida comercial positiva y factible creando productos de fuerte demanda con su marca personal.
Antonio Serra Junior
Ubicación: Madrid Capital, Madrid
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